Eficiencia

A veces recuerdo una conversación que tuve hace muchos años con un ingeniero hidraúlico con el cual trabajé, en la que él me comentaba que, hace años se sabía que obras había que hacer en la ciudad para que no se inundara, y la verdad no se podían llevar a cabo porque nunca se ponían de acuerdo en el como. Uno de los temas era por ejemplo el aumentar la capacidad del arroyo Maldonado, cosa que por suerte ya está ejecutándose.

Sin embargo, si bien ahora parece que hay un mejor diálogo entre las fuerzas políticas de la ciudad hay innumerables proyectos y obras de infraestructura que no se pueden ni siquiera empezar a encarar porque hay una madeja de jurisdicciones e intereses superpuestos, un claro ejemplo de esto son los escasos avances logrados por ejemplo a escala metropolitana en materia de transporte y saneamiento. 

Hoy mientras almorzaba leí en La Nación una interesante nota de Alemann acerca de la eficiencia en economía y sus palabras son la base para plantear una idea que hace tiempo leí -aunque un poco edulcorada por la corrección política pertinente- en la revista 238 de la SCA -lástima que no tiene versión digital- en donde se habla de Buenos Aires, y como mira al siglo XXI, y más precisamente habla sobre la posibilidad de estructurar una unidad en todo el área metropolitana.

Pienso que no es sostenible tener un municipio, intendente, concejales y toda la parafernalia burocrática multiplicado por cada uno de los partidos que integran el AMBA, creo que con la próxima ley de comunas a implementar en la ciudad, se puede dar un ejemplo de eficiencia y mostrar un modelo que creo, debería replicarse en todo el GBA, para que haya un uniforme conjunto de comunas, pequeñas, eficientes y cercanas a sus vecinos, pero dependientes del Jefe de Gobierno de la Ciudad.

De esta manera, quedaría formado un Distrito Federal mínimo, donde la Ciudad le presta a la Nación la comuna uno para que establezca y albergue solamente sus tres poderes, y una especie de nueva Provincia Metropolitana que abarcaría desde Zárate, pasando por Cañuelas, hasta La Plata, y de éste modo no habría inconvenientes jurisdiccionales ni intereses contrapuestos y se podría gestionar con mucha más eficiencia, aunque reconozco que obviamente para llegar a éste ideal, no sé de que manera se puede convencer a los intereses políticos, electorales, partidarios y económicos que están en juego.